Secuela del mockumentary de 2010,
dirigido ahora por John Poliquin pero con el guión de The Vicious
Brothers de nuevo. La verdad es que ha sido una desilusión bastante
grande porque había buenas intenciones pero el film en su segunda
mitad va perdiendo fuelle y liando la madeja de algo que pierde
totalmente el sentido. Otra cosa que hace bajar mucho el nivel del
film es que ni siquiera se han esforzado en mejorar los efectos o los
fantasmas, son los mismos. Y eso teniendo en cuenta que los FX del
primer Encounters son de lo peor y barato posible. No hay una
evolución y me atrevería a decir a que este peor filmado, mucho más
mareante que la primera parte. Y las actuaciones de nuevo son
penosas. Eso si, hay un poco más de sangre, pero poco más.
La película arranca con un montón de
críticos de youtube haciendo reseñas sobre el primer Grave
Encounters, poniéndola como lo mejor del 2010 y como una
largometraje terrorífico. Alex, nuestro protagonista, negativiza el
film y lo pone por lo suelos. El estudia en la escuela de cine y
recibe un email en respuesta de su critica. Poco a poco ese individuo
le va dando pistas para que vea que era real y no un montaje.
El joven consigue reunirse con la madre
del protagonista del primer film e incluso con el productor el cual
le desvela que algo oculto ocurrió. Al poco tiempo recibe las
coordenadas del hospital y con sus amigos y un equipo de grabación
se dirigen allí. Al entrar descubren que algo oscuro, espiritual y
maligno se esconde en aquel lugar e incluso encontraran algo que no
esperaban encontrar referente a la primera parte.
Si os gusto el primer Grave Encounters
deberías de quedaros con el, solo recomendaría esta película a
personas muy fans de esa parte, porque seamos sinceros, en
comparación deja demasiado que desear. No me quiero extender más
con ello ni darle más publicidad, porque una cosa es que hagas algo
de poco dinero con corazón y otra aprovecharte de este tipo de films
de poco coste para ganar dinero.
Olvidable.
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