Ingrid Pitt y Madeleine Smith dos
grandes Scream Queens de los 70´s se encuentran en este film de
escaso terror, pero llevando el vampirismo al lado femenino, con
cierta tendencia al lesbianismo y las tetas. Rodada en pleno auge del
cine vampirico de la Hammer, intenta explorar el lado femenino del
ser mitológico. Dando de si una película bien filmada, con buena
fotografía y unos muy buenos decorados. Pero exenta casi en su
totalidad de sangre, y con un Peter Cushing que no realiza su mejor
papel, digamosle un añadido extra a este pseudobodrio.
Porque no
pase de ser eso una película sosa, con ciertas reminiscencias al
amor onírico, bailes de salón y alta sociedad mezclada con una
largometraje muy light de horror clásico. Esta basada en la novela
Camilla de Sheridan Le Fanu. Y creo que simplemente los desnudos del
film son los que hicieron popular en la década de los setenta el
film y también en la actualidad, porque es totalmente olvidable
salvo escasos 15-20 minutos del rodaje total.
Todo el film gira en torno a la familia
Karnstein, maldita por el vampirismo. Así arranca el film con un
joven lord que va al castillo a vengar la muerte de su hermana y allí
decapita a uno de los vampiros. Tiempo después se celebra en la zona
un baile organizado por el General Von Spielsdorf (Peter Cushing) y
al que acude Mircalla Karnstein (Ingrid Pit) y es invitada a quedarse
en el castillo junto con la sobrina del general, Laura (Pippa Steel). Poco a poco su amistad y su amor se va fraguando y poco a poco la
enfermedad se apodera de la joven Laura, pero nadie sospecha del
verdadero culpable.
Roy Ward Baker, su director, es un
viejo conocido del blog. No estamos ante uno de sus mejores films
aunque este muy bien rodado y estructurado. El guion peca más de ser
un film más allegado a un ámbito femenino de visionado que al cine
de terror clásico o scifi que nos tenia acostumbrado.
Una pena, película bien realizada pero por momentos aburrida y exenta de terror y sangre casi en su totalidad.
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