sábado, 27 de octubre de 2012

LA TUMBA DE LOS MUERTOS VIVIENTES - Jess Franco - 1983


Corría el año 96 cuando me hice con esta película a través del catalogo Tipo por 1200 pesetas. Yo apenas tenia doce años recién cumplidos y estaba totalmente inmerso en el gore y el cine de terror de serie B que llegaba a mis manos. 
De aquella había empezado a comprar una colección también en vhs de clásicos del terror, las dos primeras entregas consistían en Bad Taste y La Matanza De Texas, su precio abusivo (2500 pesetas las dos películas) hizo que no comprara mas que dos o tres entregas (no recuerdo bien), ya que las siguientes solo contenían una cinta. Mi sorpresa fue mayúscula cuando vi que podía hacerme con un film de Jesus Franco a ese precio (del que apenas conocía nada pero que su nombre evocaba grandes misterios y horrores) y así aproveche de paso a pillarme unos discos de punk y heavy metal . 

No me malinterpretéis, vivía y vivo en un pueblo en el cual los videoclubs (ahora ya no hay ninguno) no tenían ese tipo de películas y la única manera de verlas era pidiéndolas prestadas a hermanos mayores de colegas que previamente habían comprado o haciéndote tu con ellas como pudieras y copiandolas con dos videos o en la tienda de fotografia del pueblo. Luego aparecieron catálogos fotocopiados de empresas especializadas pero hasta entonces era lo que había. También cabe decir que era un reto convencer a mi madre para que me dejara dinero para comprarme una peli de terror que no hubiese en el videoclub. No como en estos tiempos de bonanza de clicks, torrents y descargas. Y donde ya no se aprecia la posesión física de algo que en aquella época era casi imposible de tener.

Gracias a esta pude cambiarla por unos días por otra que muchos conoceréis, Der Todesking, un film que por cierto me marco mucho. Y más adelante por muchas más que hicieron enriquecer mi cultura fantaterrorifica.
El paquete llego, lo abri con fiereza y me detuve a contemplar la caratula, prometía mucho. Jess Franco era sinónimo de tetas, sangre y horror. Corrí hacia mi video Thompson, que todavía conservo. La vi entera mientras degustaba un paquete de kikos. Me alucino, pero de aquella podía tragarme casi cualquier mierda que fuera del palo. De aquella ya me di cuenta de los enormes fallos que tenia el film, pero en tiempos de inocencia prefería lo artesano a lo irreal.

Con el tiempo y gracias a este film me di cuenta que el director madrileño es muy irregular. Te puede presentar un film correcto, luego tirarse al porno psicotrópico y acabar con un film de bajo presupuesto que haga rechinar los dientes. Este es el caso de La Tumba De Los Muertos Vivientes, un film pobre de recursos y presupuesto, y con grandes fallos de guion. Pero que como podéis ver guarda un grato recuerdo en mi corazón y en mi estantería. Considerándola una de mis más valiosas pertenencias (sentimentales, porque la venden a 2,50 euros en ebay).

El guion que en un principio se antojaba la mar de curioso, decaía según el film iba pasado y así rezaba:
Durante la segunda guerra mundial un convoy británico espera emboscado en un oasis africano a otro alemán que transporta un cargamento de oro. Los alemanes son masacrados pero el oro se queda con ellos (¿?).Por extraño que parezca todo aquel que se acerque al oasis es atacado por los zombies y no existen supervivientes. Un grupo de jóvenes guiados por un mapa (de España, por cierto) van en su busca, pero solo encuentran el horror y el rechazo de la gente que habita la zona.
La grabación del film se realizo en Gran Canaria en un pequeño vergel. Es tan infimo el presupuesto que las escenas de guerra son de otro film y el vestuario de los zombies nazis no se parece ni por asomo. Aparte de lucir unas hermosas y largas melenas. 


El film tiene muy poca sangre. En una escena en que unos cinco zombies acorralan a una joven, la atacan y parece que devoran, al retirarse solo vemos un poco de “sangre” por encima de sus tetas. Ni jirones ni mordidas ni un poco de intestino de latex, nada. Los maquillajes de lo zombies “heredados” de la corriente Fulciana, en muchos casos son penosos, pero tengo que decir que un par de ellos a día de hoy me llenan de alegría por su artesanía. Y las actuaciones para que hablar, malisimas. Otra cosa realmente extraña, apenas hay desnudos, solo una par de tetas en toda la película. Ya sabréis que para el bueno de Jess eso es casi un pecado.

Un film que intentaba aprovecharse un poco de la nueva moda de las pelis de zombies en los 70´s - 80´s y que se quedo en nada más que eso, un mero intento. Pero que como pudisteis ver para mi guarda un grato recuerdo.  



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